He mantenido mi cabeza ocupada: trabajo, compromisos, los preparativos de mi partida, familia…
—¿En un yate? —pregunté, apenas levantando la vista hacia él.
Mi padre asintió, dejó la copa de vino sobre la mesa y volvió a tomar los cubiertos.
—Así es, tu hermano se fue a pasar el fin de semana en el mar. Un cliente importante de la empresa daría un cóctel y Dylan fue en representación —explicó con naturalidad.
Sus palabras quedaron colgando en el aire: yate, mar, fin de semana, cóctel, Dylan. Y también otras que me inventé yo, pero que calaron más r