Navidad en casa

Ariana Prescott

La Navidad en casa de mi padre fue como volver a mi infancia: música, risas, olor a pavo en el horno, luces de colores parpadeando en cada rincón. Era como si las paredes de aquella casa, con sus cuadros viejos y los muebles de siempre, se hubieran estirado para abrazar a toda nuestra familia.

Me regalaron ropa para el bebé, mantas tejidas a mano, pequeños gorros de lana que Jeremías y Jeremy habían encargado en secreto, y un osito de peluche tan grande que parecía ocupar la mitad del sofá. Me sorprendí a mí misma riendo tanto que me dolía la mandíbula. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que me reí de verdad que casi olvidaba lo liberador que se sentía.

Cuando mi padre levantó su copa de sidra, brindó diciendo:

 —Por las nuevas vidas que llega a nuestra familia, y p