POV DE JASON
A pesar de estar en serios problemas, hay algo que Simeon, Paz y Selena no saben. El calor del baúl en el que Lana me encerró antes me hizo sudar tanto que más de la mitad del acónito que había puesto en mi café salió de mi sistema. Mi piel seguía húmeda, mi respiración entrecortada, pero mi lobo empezaba a despertar en lo más profundo de mí —débil, pero vivo. Ellos creían que ya estaba acabado, pero yo seguía aquí, luchando en silencio.
Yacía en el suelo frío, fingiendo que estaba demasiado débil para moverme. Mi cabeza se inclinó ligeramente hacia ellos mientras observaba a Paz y Selena mezclando algo extraño —una poción que desprendía un vapor azul tenue mientras la removían. El olor a hierbas y sangre llenaba el aire. Mientras tanto, Simeon y Lana estaban de pie cerca de mí, susurrando en voz baja. Sus voces tenían una calma peligrosa, una que me hizo estremecer.
No notaron cómo mis ojos parpadeaban apenas ni cómo mis dedos se movían levemente sobre la tierra.
—Sabes