Vanessa tiene que aguantar sus ganas de reír, ¡a más no poder!, cuando ve cómo la frustración en el rostro de Emil se vuelve mayor al notar que está volviendo a perder la partida de pool por tercera vez seguida.
— Parece que hoy no es tu día de suerte —Vanessa no puede evitar molestar a Emil cuando ve que este nuevamente falla el tiro. Con una sonrisa traviesa bailando en sus labios, rodea la mesa y se prepara para su próximo tiro.
Emil no puede evitar sonreír ante la actitud juguetona de Vanessa.
— No te confíes demasiado, todavía puedo hacer una remontada impresionante —responde con un tono confiado y una sonrisa pícara, desafiándola amistosamente.
Vanessa ríe, disfrutando del intercambio animado mientras se posiciona para su próximo tiro. Sin embargo, justo cuando está a punto de golpear la bola, el teléfono de Emil suena, interrumpiendo el juego.
— Lo siento, es una llamada importante. Tengo que contestar —se disculpa tras sacar su teléfono del bolsillo y mirar la pantalla con