C55- EL MEDALLÓN CORRECTO.
C55- EL MEDALLÓN CORRECTO.
Zayden estaba junto al viejo Irgil, de pie sobre el círculo de piedras sagradas. Todo era solemne. Espiritual.
Y él… estaba desesperado.
El viejo Irgil levantó los brazos al cielo con una lentitud irritante y empezó a recitar la oración a la Diosa. Palabra por palabra. Sílaba por sílaba. Como si cada letra le costara el alma.
Zayden hizo una mueca de desesperación.
—¿Quieres darte prisa, Irgil? —gruñó, con los dientes apretados.
El anciano ni se inmutó. Siguió con su cántico, como si no lo hubiera escuchado.
—La paciencia es una virtud, Alfa —murmuró sin abrir los ojos.
Zayden rodó los suyos con fuerza.
—Una que yo no tengo —siseó, y justo en ese momento giró la cabeza.
Y se congeló.
Odette.
Leonard.
Demasiado cerca.
El estómago se le tensó como una trampa de hierro. El bastardo estaba sonriendo. Y estirando la mano hacia ella.
«¿De verdad? ¿Vas a intentar tocar lo que es mío con esa sonrisa de diplomático barato?»
«Por la Diosa, si su dedo roza uno s