C307-ANTES DE QUE SU MAJESTAD DESPIERTE.
C307-ANTES DE QUE SU MAJESTAD DESPIERTE.
Fuera de la cabaña, el viento mecía las ramas de los árboles, acariciando el silencio de la noche. Las estrellas titilaban en el cielo, indiferentes al pequeño drama que se desarrollaba bajo su luz. Dentro, el fuego crepitaba en la chimenea, pintando las paredes de tonos cálidos, dónde una figura tallada en hueso de un dragón y una loba parecía vigilar la escena.
Entonces un llanto suave rompió el silencio.
Drakos abrió los ojos antes de que el sonido creciera. Se movió con la fluidez de quien está acostumbrado a no hacer ruido, deslizándose de la cama como una sombra alargada por el fuego.
Se acercó a la cuna de troncos entrelazados, donde su hijo dormía envuelto en pieles. Lo levantó con cuidado, como si temiera romperlo.
—Shhh… tranquilo, pequeño —murmuró, meciéndolo con suavidad—. Deja que mamá descanse un poco más.
El niño se calmó al instante, como si la voz de su padre fuera un conjuro. Sus labios temblaron, olfateando el aire como