Narra Liam .
Después de esperar ansioso durante lo que parecen unos largos cinco minutos, finalmente la puerta se abre de par en par, revelando el rostro sorprendido de Aislyn, ya que nunca antes había ido a su casa con otra persona, y su ceño fruncido muestra su desconcierto.
–Liam , ¿qué haces tú a…? –comienza a preguntar, pero es interrumpida por una voz dulce y familiar.
–¡Papi, papi, ¿viniste a buscarme para que vayamos a jugar?! –pregunta nuestra hija con una sonrisa radiante que ilumina todo mi día. Extiende sus pequeños brazos hacia mí, y no puedo evitar sonreír mientras la levanto en un abrazo cálido. La ternura de su voz y su abrazo afectuoso hacen que olvide por completo el motivo tenso de mi visita. En este momento, mi hija es la única razón que importa, y todo lo demás pasa a un segundo plano.
–Y ella, ¿quién es? –pregunta mi hija, observando a Amara con una mezcla de curiosidad y desconfianza. La niña fija su mirada en la mujer desconocida, quien, tras brindarle una b