Gael la miró unos segundos, como si tratara de encontrar algo. Es que aunque frente a él, estaba su Dena, él sentía que algo había cambiado, solo que no sabía qué. Gael la volvió a tomar de la mano, dejó un beso en ella. Él estaba feliz de tenerla de nuevo. Tenía tantas preguntas sin respuesta. Denayt intentó responder las que podía, inventar respuestas, o ignorarlas. No era buena para inventar mentiras.

Era la primera vez que decía tantas mentiras juntas.

Gael la dejó un momento para que pasara tiempo con sus hermanas, pero antes de irse le dijo;

—¿Antes de que te vayas podemos vernos? Donde solíamos ir. Al final del camino de tierra, cerca del molino viejo. ¿Recuerdas?

Denayt quiso negarse, inventar cualquier excusa. Pero su corazón le pedía a gritos que aceptara. Asintió tratando de ignorar la tristeza. Gael se fue con una hermosa sonrisa, estaba feliz. Mientras que Denayt solo sentía ganas de llorar.

…

Denayt pasó el resto de la tarde con sus hermanas. Ellas no dejaban de hac