C69-FANTASMA EN NUESTRAS VIDAS.

Habían pasado varios meses desde la boda, y el embarazo de Gianna había avanzado sin complicaciones. La mansión Klein en Berlín se había convertido en su hogar estable. Gianna y Adler habían encontrado una rutina llena de calma, risas y nuevas ilusiones. En cuanto a Eleonora, viajaba cada cierto tiempo desde Londres para visitarla, aunque Gianna le insistía que no dejara sola a Kate, quien estaba lidiando con una situación difícil con su hermana.

Aquel día, el clima era templado, y la luz del sol se filtraba por las enormes ventanas del salón principal. El ambiente olía a pan recién horneado, y desde la cocina se escuchaba la voz dulce de Lily cantando una canción mientras ayudaba a preparar la merienda.

Gianna estaba en el sofá, con el vientre redondo bajo un vestido ligero color crema. Tenía las manos apoyadas sobre su abdomen, sintiendo las suaves pataditas del bebé. Su expresión era serena, pero había un brillo especial en su mirada porque sabía que