C6-UN DESEO QUE RENACE
En el hospital, Sara estaba sentada junto a su madre en el pasillo, con las manos entrelazadas y el corazón en un puño. La puerta se abrió y el médico salió con expresión grave.
—El corazón del señor Kim está muy débil. Una emoción fuerte más podría ser fatal. Necesita calma absoluta y que nada lo altere.
La madre de Sara asintió.
—Haremos lo que sea necesario, doctor.
Sara también asintió, pero en su interior la culpa la estaba desgarrando. No podía ni siquiera levantar la vista, su padre estaba allí por su culpa. Cuando quedaron solas, su madre la miró con atención y le tomó la mano.
—Hija… dime la verdad, ¿qué pasó?
Sara sintió la garganta cerrarse. Aun así, tragó saliva y las palabras salieron temblorosas.
—No lo sé, mamá. Yo… desperté y Elias estaba conmigo... Creo que… creo que sí estuvimos juntos.
Los ojos de su madre se abrieron de par en par y la abrazó antes de que Sara se desplomara en lágrimas.
—¿Por qué no me lo dijiste?
—Me dio vergüenza… y tampoco