C5-UNA HERIDA ABIERTA.
C5-UNA HERIDA ABIERTA.
Mason sostuvo las fotografías entre sus manos, y al verlas, el corazón se le detuvo. La primera mostraba a Sara en la cama, completamente desnuda, enredada en las sábanas junto a Elías. Sus cuerpos juntos, demasiado cerca, demasiado íntimos. Pasó a la siguiente y el golpe fue peor: otra foto tomada desde un ángulo más bajo, donde Sara estaba tendida de lado, con la mirada perdida y la piel expuesta. Vio un detalle que lo hizo arder por dentro: la fecha.
Era exactamente la misma noche en que Sara no había regresado a casa.
El silencio en la habitación se volvió insoportable. Mason parpadeó rápido, pero las imágenes seguían allí, clavándose en sus ojos como cuchillas.
—¿Qué pasa? —preguntó Marshall, al ver el cambio en su rostro.
No respondió y Marshall, preocupado, le arrancó las fotos de las manos y al verlas, soltó un suspiro ahogado.
—Dios… —murmuró, y luego lo miró con urgencia—. Esto debe ser un montaje, Mason. ¡Tiene que serlo!
Pero él no apartaba la vista