C7- DONANTE UTILIZADO.

El consultorio estaba silencioso cuando el médico levantó la vista de los papeles y Sara mantenía las manos entrelazadas sobre su regazo, conteniendo la respiración.

—La implantación fue un éxito —informó—. Ahora lo importante será esperar los resultados de los próximos controles, pero de momento todo marcha bien.

Ella asintió, incapaz de ocultar el brillo en sus ojos. Una chispa de esperanza le recorría el pecho, tan fuerte que tuvo que morderse el labio para no quebrarse allí mismo.

—¿Eso significa… que de verdad puedo ser madre? —preguntó.

—Así es. Solo hay que tener paciencia y cuidarse —respondió el doctor, anotando algo en el expediente.

Cuando él salió, permaneció unos segundos sola, inmóvil, y lentamente llevó una mano a su vientre y lo acarició con suavidad. Y de nuevo ese recuerdo incómodo la atravesó y, como siempre, el peso de la culpa seguía clavado en su corazón, pero ahora sentía que tenía la posibilidad de empezar de nuevo, aunque la herida nunca