C10-PROPUESTA DE TRABAJO.

Adler la llevaba en brazos, sosteniéndola con firmeza mientras subían al avión privado. Una azafata abrió los ojos sorprendida, pero un solo gesto de Adler bastó para silenciar cualquier pregunta.

Con cuidado, la acomodó en un asiento amplio, ajustó la manta sobre sus hombros y se quedó un momento observándola. Gianna parecía frágil, sin embargo, su mirada no estaba muerta; al contrario, permanecía alerta, como si esperara que en cualquier segundo alguien viniera a golpearla otra vez, y esa realización lo rompió por dentro.

Se sentó frente a ella, con los codos apoyados en las rodillas, y dejó que su mirada recorriera los moretones en sus brazos y rostro. Una mezcla de furia e impotencia le apretaba el pecho.

¿Cómo podían tratar a alguien así?

—¿Vas a estar en problemas? —preguntó Gianna de repente, y él pudo ver la preocupación en sus ojos.

Adler la miró directo a los ojos y respondió con suavidad:

—Eso ahora no importa. Lo único que importa es que estás a