–Lo siento –dijo Aileen, sus ojos totalmente abiertos –, solo queríamos saber si estaban bien. Se dio la vuelta, vio a una Marla avergonzada y se limitó a decirle –: volvamos abajo, creo que estamos interrumpiendo.
Minutos después, totalmente empapadas, Aileen y Marla no tardaron en cambiarse de ropas. En medio de la tensión creada por lo visto en la sala de control del faro, a Marla le pareció llamativa la manera cómo el vestido prestado por Aileen lucía en su cuerpo.
–¡Nunca me había puesto algo así, creo que me fascina! –dijo mientras se miraba en el espejo de cuerpo entero ubicado en la habitación de Aileen.
–¿No sueles usar vestidos?
–No, solo jeans…, y shorts durante el verano, con alguna blusa o camiseta… Aunque supongo que tendré que conseguir uno para el prom de la escuela.
–Bueno, este modelo es más un traje de verano, no propiamente algo lo suficientemente elegante para un prom –dijo Aileen mientras su mirada pasaba por el vestido de tono amari