Emilia sabía que aquella conversación sería más difícil de lo que había previsto y aun así debía hacerle frente. Necesitaba hacerlo por su bien.
—Entiendo que para ustedes fuera un tanto sorpresivo, pues cuando nos vieron todo estaba bien —acepto.
—Es solo que después de la muerte de mi padre, nuestro matrimonio se vino abajo. No estábamos preparados para enfrentar una tragedia como esa, nos destruyó —les dijo, siendo muy honesta al respecto, solo que no podía hablarles del resto.
—Después del divorcio necesitaba espacio y tranquilad. La verdad es que a mí también me resulto sorpresivo, pero la encontré aquí; este lugar me hacía sentir bien y el tiempo comenzó a pasar —admitió.
—Han sido dos años, eso no es poco —le dijo Antony, poniendo en perspecti