Capítulo 108
Los guardias rodearon a Luciana. Dos de ellos intentaron sujetarla.

—¡No me toquen! —Luciana los detuvo con un grito, tambaleante, apoyándose en su brazo herido para ponerse de pie.

—¡No creas que te vas a escapar! —Eileen se plantó frente a ella, una sonrisa fría asomando en sus labios—. Le pegaste a Mónica, las cámaras lo grabaron todo. ¡Ya llamamos a la policía!

Pero lo que Eileen no esperaba fue la reacción de Luciana. Con una leve sonrisa sarcástica, ella respondió:

—¿Ah, sí? Perfecto. Aquí me quedo esperando a la policía. —Se sentó con calma en una silla, como si nada ocurriera.

Eileen quedó desconcertada. «¿Esta mujer de verdad estará loca? ¿Acaso no tiene miedo?»

***

Mientras tanto, Mónica fue llevada al hospital más cercano.

—No es nada grave —el doctor sacudió la cabeza—. El tejido blando está inflamado, lo que podría afectar su voz. Con tratamiento y reposo, en unos días estará bien. No debe hablar durante ese tiempo.

Alejandro asintió y fue a verla. Mónica dormía, una vend
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