Semejantes palabras afectaron tanto a Lucía como a Camila.
Para Lucía, que había estado al lado de Mateo durante siete años, conocía bien su carácter. Estando ella tan cerca y siendo su secretaria, lo natural habría sido que Mateo le pidiera a ella que ayudara a Camila a levantarse.
Pero no lo hizo.
Claramente, Mateo se inclinaba hacia Camila.
Sin embargo, Lucía se mantuvo tranquila. Todo el tiempo había estado con el celular en la mano, sin intervenir. Al final la verdad se defendería por sí sola.
Al revisar las grabaciones, Camila solo quedaría como una payasa.
Para Camila, esto significaba que Mateo la despreciaba. Especialmente por la frialdad en su voz, era pues bastante evidente que ya no le creía.
Estaba arriesgándose.
Aproximadamente dos minutos después, el guardia de seguridad trajo las grabaciones.
Las imágenes mostraban que cuando Camila pasó junto a Lucía, bloqueó la cámara justo en el momento en que cayó hacia atrás.
Esta posición daba la impresión de que alguien la había