CAPÍTULO 20

Rhiannon acarició el rostro de Aidan y le quitó el cabello de la frente. Hacía dos días que no se levantaba de aquella cama.

—Sé que estás despierto, puedo sentir perfectamente tu estado de vigilia. No puedes esconderte detrás de un par de ojos cerrados para siempre —lo regañó con suavidad.

Aidan abrió los ojos, pero no dijo nada.

—Tienes que comer algo. No puedes seguir así.

—No tengo hambre.

Rhiannon resopló con impaciencia. Había pasado de ser una prisionera a ser una niñera. ¡Bonito cambio!

—No te estás lastimando solo a ti. ¡También estás lastimando a Akela! —exclamó para hacerlo reaccionar—. Si tu cuerpo se debilita, él se siente mal; así que deja de hacer berrinche como niño chiquito y p…

—Ayúdame

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo