Regresé a casa de Fabien feliz. Hacía tanto que no me sentía así. Fue liberador para mí salir otra vez, ver a mi padre y a mi familia me hizo volver a ser yo, volví a sentirme como antes. Apenas entré a la casa de Fabien, sentí cómo un velo negro se posó en mí.
— Hola — me saludó Jacob.
Yo lo quedé mirando.
— ¿Jacob, Fabien está aquí? — Le pregunté, necesitaba hablar con él sobre volver a trabajar con mi papá.
— En la oficina — Me dijo, y yo salí corriendo al lugar. Cuando abrí, me quedé de piedra. Fabien estaba frente a un tipo arrodillado, llorando y suplicando. En el sofá estaba el hermano de Piero, y Piero estaba detrás de Fabien.
— Cierra la puerta — Me ordenó Fabien, yo la cerré y caminé hacia él.
— ¿Te fue bien con tu papá? — Me preguntó él, ignorando al tipo llorando en el suelo.
— Sí, yo... quería hablar contigo de eso, pero puedo esperar fuera — le dije.
Fabien negó con la cabeza.
— Dímelo aquí, no pasa nada — me dijo.
Yo miré al tipo llorando y tragué en seco. El tipo estab