Al verlo tan lindo, tan bello, tan sentimental me acerque y lo abrace fuerte. Unas ganas inmensas de besarlo se apoderaron de mi ser, pero aún no estaba preparada para un nuevo amor de manera que, tuve que controlarme.
-Vamos te llevaré a un sitio especial. Es un sitio que estoy seguro que te encantara. -Dijo él.
Ryan manejo durante algunas horas más y al llegar, nos encontrábamos en una finca que quedaba en una montaña y desde la cual se podía divisar toda la ciudad. El sol emanaba sus rayos de luz con todo su furor; sin embargo, hacía mucho frio.
-Sígueme. -Dijo.
Sin chistar, hice lo que me pidió. Entramos en una cabaña en la cual había dos ancianos.
Mi corazón se llenó de felicidad y mis ojos no podían creer lo que veían, por lo que se llenaron de lágrimas cargadas de mucha