Adams, llegó a las nueve de la noche a los bajos del departamento de Glenda y le envió un mensaje de texto:
"Buenas noches, Carter. Estoy abajo, te espero."
Un rato después, llegó la respuesta:
"Ya bajo. Buenas noches Adams."
Adams Smith:
Al poco tiempo, apareció Carter, vestida con un vestido de lentejuelas doradas, de un solo hombro y una manga larga. El vestido se ajustaba a su cuerpo como un guante, con un sensual y profundo tajo que dejaba ver casi toda su hermosa pierna derecha al caminar. Su sensualidad era innegable, pero no había vulgaridad. Su maquillaje impecable la hacía parecer una modelo; toda ella irradiaba elegancia. Me quedé sin aire, y un recuerdo lejano vino a mi memoria. Carter me recordó a la Reina... No, mentira, ella es la emperatriz. Solo por eso impresiona.
—Hola, buenas noches otra vez. Estás preciosa.
Ella me sonrió por primera vez genuinamente ante un halago mío.
—Gracias, Adams. Tú también estás muy guapo. Ven, te arreglo el lazo, está torcido.
Pensé que e