Capítulo Extra IV.
Punto de vista de Glenda Carter:
Me desperté temprano, mi cabeza y mi cuerpo dolían como si un tren me hubiera pasado por encima. Al moverme sentí el cuerpo y el aliento tibio de alguien que me abrazaba con cariño. Me obligué a no gritar, rápidamente comencé a hacerme una idea de lo que me pudo haber pasado, mis lágrimas no paraban, pero en mi tristeza y mi frustración, sólo pedía a Dios que no fuera el malnacido de Frank quien se hubiera llevado mi virginidad para exhibirla como un trofeo.
Lentamente salí del lado de la persona que estaba a mi lado, que por cierto dormía como si le hubieran golpeado en la cabeza. Con un movimiento lento, retiró el edredón de su cuerpo, haciendo que se volteara y quedara boca arriba, mostrándose en todo su esplendor.
-"Bendita la madre que lo parió" -pensé para mí. -Gracias Señor, no sólo no fue Frank, sino que me enviaste un modelo de revista, literal, y además con una excelente artillería pesada. Pues si es así en estado de coma. ¿Cómo estaría cuand