Emma
Su boca siguió repartiendo besos por mi abdomen, solo rozaba sus labios de un lado al otro, mientras su mano pasaba por mi muslo hasta mi centro y volvía a alejarse.
— Debería haberte besado la primera vez que te vi —tomé aire —, invitado a salir cuando te crucé en la calle —bajó un poco y mordió mi muslo.
— Por algo no… —tomé aire —, por favor —mi cabeza se elevó —, no era el momento.
Mis manos se aferraron a las sábanas cuando paso la lengua por mi muslo.
— Puede que no, pero ahora te aseguro que no volverás a alejarte.
No pude responder, su boca fue directo a mi centro para mordisquear por encima de tela. Coloqué la mano en mi boca para apaciguar los sonidos que salen.
Theo se desase de mi ropa interior bajándola despacio hasta sacarla y arrodillarse. Estoy con las piernas abiertas, completamente expuesta a él y aunque todo me dice que las cierre, es su mirada llena de fascinación la que me mantiene en la misma posición.
— Me va a ser un poco difícil controlarme —lo observo di