Emma
Mis ojos buscaron a la única persona que necesitaba en ese momento. Giré mi cuerpo y me encontré con la mirada de Theo detrás de mí. Su rostro formó una sonrisa, y me levanté de mi asiento para acercarme a él.
— Te dije que te amo —su voz era dulce.
— Yo también te amo —acaricié su mejilla —. Solo un poco más, y todo esto terminará de una vez por todas —aunque algo dentro de mí, me decía que no sería tan fácil.
— Les han dicho que son muy melosos —comentó James en tono burlón, y Theo puso los ojos en blanco.
— ¿Por qué no nos cuentas cómo van las cosas con Margo? —retrucó Theo con una sonrisa maliciosa —. O mejor, llamamos a Oliver para que te pregunte si ya te acostaste con su tía.
— Muy gracioso, Hamilton —James estaba por seguir, pero su hermana lo interrumpió.
— Ya se acostó, no hace falta que pregunten.
— ¡Pero qué demonios! —la miró furioso.
— ¿Vas a decir que te la encontraste en el camino y por eso venían juntos? —James se ruborizó.
— ¿Por qué no hablamos de Hayley...? —r