Theo
Me acerco a la puerta para que salgan y los saludo de nuevo, Emma permanece dentro, no habló más desde que dijeron que no iba a pasar nada.
— Tengo que volver a trabajar —la observé.
— Emma, mejor descansa —negó.
— Theo, me acabas de ascender, no me tomaré el día —niega —, estoy mejor, en verdad.
— Mejor te llevo a que descanses, no es necesario que hagas esto ahora.
— No, voy a trabajar.
La observé salir y pasé la mano por mi rostro, era obstinada, al parecer no daba brazo a torcer, cuando algo se le pasaba por la cabeza y lo peor de todo esto, es que ella estaba dejando de lado su descanso.
Me senté de nuevo y la puerta se abrió mostrando a James.
— Entonces, tú y Emma —sube las cejas.
— ¿Qué te pasa? —lo observé confuso.
— Están saliendo —no fue una pregunta.
— ¿La verdad? —afirmó —. No tengo idea —me apoyé en el respaldar.
— ¿Cómo es que no tienes idea?
James se sentó frente a mí, sus ojos se mantenían fijos en los míos, observándome en silencio hasta que decidí que era momen