Theo
— Bueno esperaremos que nos informe —seguimos comiendo en silencio, pero no era algo malo, por el contrario —. En un rato voy por Oliver, pero quiero que vengas con nosotros —sus ojos marrones volvieron a mi rostro —, no me parece que te vayas a casa sabiendo que ese sujeto puede aparecer por allá.
Emma no dice nada, solo me observa en silencio, espero que hable, pero no dice nada.
— ¿Ocurre algo? —deja los cubiertos.
— No entiendo —sacudió la cabeza —¿Por qué haces todo esto?
Sonreí un poco de lado, en verdad se veía confundida, ella parecía bastante perdida.
— Porque me importan Emma —necesitaba que lo entendiera —, Oliver y tú son muy importantes para mí.
— ¿Qué?
— Son importantes para mí.
No mentía, me había dado cuenta de ello y necesitaba que lo entendiera, porque era verdad, para mí ambos eran importantes. No mentía con respecto a ello.
— ¿Por qué te parece raro? —sus ojos volvieron a los míos.
— Es solo que… —tomó aire —, nunca nadie se preocupó así por nosotros, al menos