Sophia había decidido aprovechar su día libre para ir de compras. Necesitaba ropa profesional para sus nuevas responsabilidades en Reeder Corp y, además, quería darse un capricho después de las semanas difíciles que había atravesado. Acompañada de sus hijos, entró en una elegante boutique del centro, donde los estantes rebosaban de conjuntos sofisticados y modernos.
Mientras exploraba las percherías, una voz familiar y desagradablemente burlona sonó detrás de ella. — ¡Vaya, mira quién está aquí! ¡Sophia Carter, la gran estrella de la familia!
Sophia se dio la vuelta lentamente, sintiendo cómo se le apretaba el corazón al reconocer a Anna, su media hermana. Anna, siempre impecable y luciendo una sonrisa burlona, estaba allí rodeada de dos amigas que parecían igual de desdeñosas.
Sophia inspiró profundamente, intentando mantener la calma. — Hola, Anna —respondió en tono neutro.
Anna cruzó los brazos y su sonrisa se ensanchó. — Entonces, ¿vas de compras? Es adorable. Supongo que ahora int