Amy
— Eres una mujer tan valiente. Has pasado por tanto, pero eres una guerrera, nunca nos has decepcionado — Mi madre acariciaba mi rostro, mientras veíamos hacia el mar. La brisa en nuestros rostros nos daban paz. Mi padre estaba a mi lado derecho, mientras que ella en el lado izquierdo.
— Me encanta estar aquí y no quisiera irme. — pronuncié
— A nosotros también nos encantaría — Dijo mi padre — Pero debes regresar, te esperan tus amigos; Lucia, Thiago, Alec y hasta Adam. No puedes abandonarlos.
Mi padre tenía razón, aunque quisiera estar en este lugar con ello no podía abandonar a mis amigos.