Él auto se detuvo frente a un edificio en la zona industrial del puerto de Estambul, cerca de los astilleros.
El chófer le abrió la puerta del auto a Aysun, ella bajó y miró las fachadas del viejo edificio.
Karahan Steel
Decía en inmensas letras metálicas con un fondo rojo. Era la fábrica de función de piezas metálicas para exportación, la cual pertenecía a la familia Demir desde varias generaciones atrás. En realidad dicha fábrica era la fachada de un negocio ilegal de fabricación y tráfico de armas y otros componentes de guerra que eran distribuidos en el Oriente Medio.
Los hombres llevaron a Aysun adentro. Primero había mucho ruido, de los cortes de las piezas metálicas, las soldaduras y martillazos.
Pero después entraron a un área aislada, donde habían oficinas. El corredor estaba frío tan denso que Aysun podía escuchar el roce de su propia respiración. Los hombres que la escoltaban caminaban a su lado sin pronunciar palabra, con el rostro impenetrable y las manos firmes sobre l