⚠️ Advertencia: Este capítulo contiene lenguaje explícito y escenas sexuales dirigidas solo a adultos. Se recomienda discreción.

Richard me miraba como si supiera exactamente lo que estaba a punto de pasar. Su respiración era lenta, pesada, y sus ojos tenían ese brillo expectante que me erizaba la piel. Sentía cómo su presencia me dominaba, pero esta vez, yo no tenía intención de rendirme tan fácil.

Me arrodillé frente a él, sin apartar la mirada. El silencio entre nosotros estaba tan cargado que podía oír el sonido de mi propio corazón. Su cuerpo se tensó apenas, como si contuviera la respiración.

—¿Qué piensas hacer? —preguntó, con una sonrisa pícara, los ojos llenos de deseo, esperando ver hasta dónde llegaría.

Le devolví la sonrisa, disfrutando de tener el control por una vez.

—¿No quieres un poco de ayuda? —murmuré, con un tono que sonaba más seguro de lo que realmente me sentía.

—No he dicho que no —respondió él, inclinándose un poco hacia adelante—. Pero quiero escucharte decir