Con la decisión tomada, Alessio y yo discutimos de forma tendida sobre lo que deberíamos hacer para empezar a introducir a las otras razas a nuestro reino, sabíamos que habría resistencia por parte de los humanos, siempre temiendo lo desconocido y rechazando lo que es diferente, pero quiero tener fe que los habitantes de Reino de la Luna son más flexibles en este aspecto, es decir, han convivido con licántropos durante un tiempo, saben que su rey es uno de ellos y aun así viven cómodamente en este reino.
La conversación nos lleva a posibles aliados, muchos reinos han permanecido inflexibles ante su ley “No licántropos” pero algunos han cambiado conforme han pasado de rey en rey. Durante nuestra charla, sale un nombre... alguien a quien Alessio aún no perdona.
—Doran podría ser un aliado formidable, me dijiste que seguía vivo y que sigue siendo rey de Solem ¿no?
El gruñido de disgusto de Alessio lo dijo todo, la forma en como frunció el ceño y como entrecerró los ojos; diría que me sor