—¿¡Que?! — Exclamé sorprendida y agitada, no esperaba que hubieran pasado tantos años. —¿¡Medio siglo?! — Jadee aun sin poder creer lo que estaba escuchando de las palabras de Alessio.
—Así es, amor mío... he estado aquí, esperando el milagro que Chandra me prometió hace 50 años atrás y creeme... valió la pena.
Abrazó más fuerte a Alessio, aferrándome a él con todas sus mis fuerzas, todo esto es tan abrumador para mí, no solo por el hecho de haber recuperado mi alma de loba, sino tambien porque estuve tantos años apartada de mi familia, de mi amado... de mi pequeño niño.
—Alexander— Dije asustada y aterrada, mi niño ya debe ser un hombre adulto y me he perdido tantas etapas de él.
—Está bien, es un joven demasiado enérgico, pero sobre todo— Acuna mi rostro entre sus enormes manos con delicadeza y me dedica una pequeña sonrisa. —Te ama mucho, ha esperado a poder verte una vez más.
—Me he perdido toda su vida, Alessio... no estuve ahí cuando creció, ni cuando aprendió a hablar ni nada—