~Alana~
Mis sentidos van regresando poco a poco; comenzaba a sentir la sábana bajo mis dedos, escuchar el suave murmullo de algún lado de la habitación y oler el desinfectante en el aire, haciéndome saber dónde estaba.
Abrí los ojos lentamente; mis párpados pesados y temblorosos se alzaron, mostrando la habitación de hospital.
De un lado está Walker junto con Caesar, y del otro lado, en un sillón más apartado, Edward, hablando suavemente por teléfono con una expresión seria y cansada.
—Alana, ¿cómo te sientes? —el primero en reaccionar fue Walker, tomando mi mano fría para darme calor.
—¿Qué fue…?
—Estuviste a poco de morir, Alana. El veneno que había en lo que tomaste iba mezclado con aconito. Estuviste varios días siendo tratada hasta que dijeron que estabas fuera de peligro.
"Aconito"
Intenté sentir a Kyra, pero no estaba; ese vacío en mi mente se sentía abrumador. Volteé hacia Edward y aunque la culpa no fuera de él, el odio en mis ojos era inevitable.
—Lo siento, ella es