Capítulo 78
César cortó su filete en trocitos y se los pasó a Lorena, luego cambió los platos, colocando el filete de ella, cortado en pedazos grandes, frente a él.

Después de comer, regresaron al hotel para recoger las maletas e ir al aeropuerto.

Cuando llegaron, solo llevaban una maleta, pero al regresar ya tenían tres.

César entregó su maleta a Rajiv, y tomó las dos maletas de Lorena.

—Vámonos.

En el aeropuerto, Lorena vio un restaurante que llamó su atención. Pensando que el vuelo de regreso a Playa Escondida tomaría varias horas, decidió comprar un poco de pollo frito y fruta para llevar en el avión.

César pagó y cargó con la bolsa de pollo frito.

—Lorena, ya comiste bastante filete, ¿y ahora vas a comer más? ¿Por qué comes como una embarazada?

Lorena se quedó paralizada un segundo, pero enseguida se paró con naturalidad frente de él y respondió con sarcasmo:

—¡El preñado eres tú!

—Si crees que comes demasiado y no puedo mantenerte, no tienes que depender de mí.

—¿No depender de mí? ¿Entonces
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