Pensando en la promesa que les habían hecho, los hombres decidieron quedarse sentados y esperar.
Mientras tanto, César acababa de finalizar una reunión de equipo sobre la colaboración con William en un nuevo proyecto. Se levantó y volvió a su oficina.
Durante la reunión, sintió su teléfono vibrar, y ahora que tenía un momento libre, lo revisó. Vio un mensaje de Ricardo y, al leerlo, se alteró de inmediato.
Guardó el y le entregó unos documentos a Clara.
— Me voy de la empresa un rato. La reunión de la tarde se pospone para la noche y vamos a hacerla en línea.
— Entendido, señor Balan — Clara respondió con profesionalidad.
En ese momento, Teresa apareció, apurada y con unos documentos en la mano.
— César, hay algo que no entiendo y quería preguntarte.
César se detuvo un momento, pero en lugar de tomar los documentos, miró a Clara y dijo:
— Tengo algo urgente que atender. Si tienes dudas, pregúntale a Clara.
Dicho esto, aceleró el paso hacia el ascensor.
— Oh… — Teresa, con un rastro de