Pov. Val
Me levanto alrededor de las 10.
Hoy debo asistir al centro, pero primero paso por el restaurante a preparar algunas comidas para los niños. El fin de semana pasado, por estar satisfaciendo mis placeres, no pude asistir… así que hoy tengo que recompensarlo.
Una sonrisita se escapa de mis labios al recordar lo que sucedió anoche.
Wow, ese hombre sí que tuvo dominio. Pensé que en cualquier momento colapsaría, pero no. Me sorprende lo fuerte que se mantuvo. De solo recordarlo, mi piel se eriza, como si mi cuerpo supiera que le pertenece.
Mientras me baño, pienso que hoy me toca ser sumisa. Asi que me toca portarme muy bien, porque estoy segura de que ese hombre querrá vengarse… querrá llevarme al límite, como yo lo llevé a él.
Así que debo dar lo mejor de mí: ser una sumisa bien portada, obediente, y tal vez así logre disfrutar al máximo sin sentirme al borde del colapso.
No puedo evitar la sonrisa amplia que se me forma al recordar su cuerpo frustrado, su cara de desesperació