C259: No eres ese tipo de hombre.
Jordan no reaccionó al instante. Se quedó estática, como si el suelo se hubiera desvanecido bajo sus pies y ahora flotara, suspendida entre una confesión de amor y una despedida disfrazada de libertad. Las palabras de Reinhardt resonaban en su cabeza, una y otra vez, rebotando como ecos vacíos sin encontrar sentido.
¿Libertad? Después de todo lo vivido… ¿eso era lo que él tenía para ofrecerle?
Sus cejas se fruncieron, no con enojo, sino con una confusión que se transformaba lentamente en algo más hondo. En duda. En tristeza. En esa clase de desconcierto que te muerde el pecho cuando esperabas un abrazo y recibiste una puerta abierta hacia la nada.
—No entiendo —murmuró ella—. No entiendo, Reinhardt… ¿Tú... quieres que me vaya?
—No, Jordan. No te estoy diciendo que te vayas. Como ya te mencioné, te estoy diciendo que puedes irte. Que si lo decides, no voy a impedirlo. No habrá más amenazas, ni puertas cerradas, ni cadenas. Estoy tratando de dejarte elegir, por primera vez desde que lle