C255: Quiero que vayas a buscarme.
Reinhardt permaneció en silencio, mirando a Charlie con el ceño ligeramente fruncido, como si lo que acababa de escuchar le costara asimilarlo por completo.
—¿Libertad? ¿Estás diciendo que debería dejarla ir? —cuestionó Reinhardt.
Charlie asintió con suavidad, sin apartar la vista de él. No había en su rostro juicio ni reproche, solo una profunda preocupación por Jordan.
—No me refiero a que debas empujarla fuera de aquí —respondió—. Hablo de que le des la opción de elegir. Que si decide quedarse, sea porque lo desea, no porque tú se lo impongas. Que sea su decisión, no la tuya.
Esas palabras provocaron un estremecimiento sutil en Reinhardt. Se alejó un paso, como si necesitara espacio, y apretó la mandíbula con fuerza. Su mirada se oscureció más mientras ese pensamiento lo golpeaba con crudeza.
—¿Tú crees que va a quedarse? —preguntó, con una amargura difícil de disimular—. ¿Sabes cuántas veces trató de escaparse de este lugar? ¿Cuántas veces intentó huir de mí, incluso cuando no te