Siento como si la cabeza me fuera a estallar. Al abrir los ojos, me doy cuenta de que estoy en la habitación de Luciano... ¡Un momento! ¡ESTOY EN LA HABITACIÓN DE LUCIANO! Automáticamente miro si tengo ropa y me doy cuenta de que llevo puesta una camisa de él.
-Ay, Dios mío, que no sea lo que yo pienso - aunque bueno, ya he tenido sexo con él, pero se supone que estoy enojada. Veo como la puerta se abre y aparece Luciano en pantalones, pero sin camisa.
-Hola, ¿cómo te sientes? - Camina hasta la cama y se sienta a mi lado.
-Me duele la cabeza.
-Es normal, después de todo lo que tomaste.
-Lo siento, no sé en qué momento perdí la cuenta. Lo de Fernando me afectó. - Al verme tan afligida, se acerca a mí y me abraza.
-Tranquila, yo no dejaré que te pase nada.
-He pensado en las cosas y lo mejor que puedo hacer es irme del país con Mila. - Veo cómo él se pone completamente tenso.
-Eso no va a pasar - dice serio.
-¿Por qué no? Nosotras ya somos libres, podemos irnos para empezar una nueva vid