Brasil es el escenario de esta apasionante historia: Evaluna es una joven médico, soñadora y creadora de un maravilloso proyecto en un pueblo del Amazonas; Juan Carlos, arquitecto contratado para ejecutar el proyecto. Esta historia nos sumerge en un ambiente donde la magia del Amazonas nos envuelve y nos cautiva, nos atrae el misterio de sus ríos, la majestuosidad de los árboles, la belleza exótica de las flores, todo esto nos hace recordar y revivir pasiones aún si están dormidas. Juan Carlos y Evaluna se conocieron en momentos no muy favorables: Evaluna a escasos meses para contraer matrimonio encuentra a su prometido teniendo sexo con su asistente; Juan Carlos sale de España, su país, huyendo de la obsesión descontrolada de su ex novia. La noche de su primer encuentro bajo los efectos del alcohol y sin medir las consecuencias se entregan uno en brazos del otro, a partir de allí surge la chispa del amor que los envuelve en una pasión desenfrenada, pero Evaluna aún no ha sanado de su relación anterior. La traición genera un dolor que cala hondo, sobre todo si proviene de un ser amado, este suceso le siembra muchas dudas con respecto al amor; debido a que su corazón aún se encuentra herido de la traición de su ex prometido, su dolor aún permanece, esas dudas hacen que cometa muchos errores, errores que ponen en peligro su relación con Juan Carlos. Por otro lado el ex de Evaluna ( Gael) se vale de las mil artimañas para reconquistarla. Al igual que Julia, ella con la ayuda de su padre, hará hasta lo imposible por volver con Juan Carlos. ¿Cederá Evaluna ante las pretensiones de Gael? ¿Se olvidará de la traición? ¿O triunfará el nuevo amor que le brinda Juan Carlos?
Leer másCUBARÁ. —Buenos días señora Elisa. —Buenos días mi niña, ¿no has visto a Juan Carlos? —No, pero ya me informaron que ya salió a cazar. —¿A cazar? —Si, una de las tradiciones es que el novio tiene que ir a la selva a cazar un animal, esto simboliza que él puede alimentar a su familia. — ¿Fue solo? —No, fue acompañado por dos hombres del pueblo. —Yo creo que eso no es problema para mí bebé, él está acostumbrado a andar en este ambiente; en vacaciones en lugar de irse a veranear a hoteles turísticos él preferia irse de excursiones para ríos, montañas, ese es su mundo y por tí más rápido lo hace, te voy a confesar algo, mi hijo ha tenido una que otra novia, pero jamás lo había visto tan enamorado como ahora, cuando te conocí supe que eras la mujer perfecta para él. Después de la caza, ¿qué hacen? —Al regresar con la caza se celebra nuevamente con mucha comida, bebida y la música tradicional del pueblo. —Esperemos que regresen
CUBARÁ —Amor, despierta. —No, déjame un rato más, me hacía mucha falta dormir contigo, te extrañé mucho. —Yo también amor, pero tenemos que levantarnos, las mujeres de la cocina nos hicieron un desayuno especial, quieren celebrar tu regreso al pueblo, mira pues, cuando regresé no me hicieron ese desayuno y a ti sí, como te consienten. —¿Estás celosa? —No amor, me alegro que te quieran tanto como a mí, además mi puesto aquí no me lo quita nadie. —Ja,ja,ja,ja, si estás celosa. —Bueno, sí un poquito, pero estoy muy contenta, ven párate, nos están esperando. El desayuno resultó demasiado rico, esas mujeres se botaron estaban muy contentas con la llegada de Juan Carlos, pero sobre todo estaban felices porque la sonrisa había vuelto a mi rostro. La niña que me regaló la naranja se acerca y me dice en el oído. —Doctorcita, vio que yo tenía razón, la naranja es buena para eliminar la tristeza. —Sí, tenías mucha razón, es muy buena
CUBARÁ. —Doctorcita. —Dime mi niña. —Le traje una naranja de regalo. —¡Qué rico! Gracias mi niña hermosa. —Están dulcitas, cuando estoy triste mi mamá me da una naranja para que se me quite la tristeza, no me gusta verla así, tiene que comerse la naranja usted verá cómo se aleja la tristeza de su cara. —Mi bebé yo no estoy triste lo que pasa es que me duele un poco la cabeza, pero me voy a comer tu naranja. —Yo quiero que usted vuelva a sonreír. —Gracias ya verás como voy a volver a sonreír. La niña se retiró y Naran me tomó del brazo. —Ven, vamos a caminar un rato, necesitas descansar, desde que llegaste al pueblo solo te has dedicado a trabajar, todos, hasta los niños se han dado cuenta que estás triste. —¿Se nota mucho? —Claro, esa cara que tienes ahora, no es la misma cara de la doctora que todos conocemos. —Tienes razón, los niños no tienen porque estar tristes por mi culpa. —Dime, ¿qué piensas hacer?
MADRID. HOSPITAL. —Ya estoy cansado de tanto estar tirado en esta cama, al parecer Julia resultó más inteligente de lo que nosotros pensábamos, Juan Carlos tienes que calmarte todo esto es por Evaluna, está pesadilla tiene que terminar. Mejor me pongo a mirar la Tv, así me corre más rápido el día. —Buenos días, - se trata de una enfermera, que está entrando a la habitación. —Buenos días, viene a colocarme el tratamiento, hace poco vino una enfermera y me lo colocó . —No vine a eso, vine a llevarte conmigo. —Se retira el cubrebocas y veo lo que tanto he esperado desde que llegué a Madrid. —Julia, ¿qué haces aquí, cómo entraste? —Por la puerta amor, por la puerta, soy la enfermera de turno y vine a llevarte para que te hagan unos exámenes. —Julia, ¿cómo vamos a salir de aquí? recuerda que te andan buscando. A medida que hablaba con ella, toqué el botón en mi celular, el que daba directamente con la policía. —Amor ya
APARTAMENTO DE EVALUNA. —Buenos días hija. —¡Mamá!, ¡qué sorpresa! no esperaba tu visita, buenos días, pasa adelante. La mujer que entró a mi apartamento, no era la misma de días anteriores, noto en ella una tristeza en su cara, no sé si son imaginaciones mía, pero la veo un poco más envejecida, su mirada está perdida, al entrar me da un abrazo y un beso en mi mejilla, ¿desde cuándo mi mamá no me daba un beso?, no lo sé, pero la sentí sincera, me gustó la calidez de su abrazo, hacía mucho tiempo que no la sentía como mi madre. Tratando de calmar mis nervios productos por la emoción del momento, le pregunto: —¿ Quieres un café, o prefieres un té? Tengo un té que estoy segura te va a gustar. —Me gustaría ese té, yo te ayudo. Preparamos el té y nos sentamos en la terraza del apartamento a tomarnos el té. —Me gusta este lugar, acá se respira la brisa de la mañana, se siente muy bien aspirando el aroma y mirando los autos y las personas que tran
CASA DE LOS OLIVEIRA. Ahora con que cara veo a Evaluna, ese hombre no sólo la engañó a ella, también me engañó a mí, como pudo, es un desalmado, no tiene corazón, no merece ser padre, bueno por lo que escuché el no quiere a ese niño, siempre estuvo persiguiendo nuestra fortuna, con razón tanto despego, no le importó si Evaluna lo dejaba solo por tanto tiempo, claro eso le daba oportunidad para él divertirse con sus amantes, porque estoy segura que tenía varias amantes resta saber si tiene hijos regados por allí. De seguro sus padres sabían esto y los muy hipócritas me decían que estaban sumamente preocupados por su hijo, vivía en una tristeza desde que Evaluna canceló la boda, pero ellos no se van a reír de nosotros, ya verán. —Luciana qué haces en esta sala en penumbras y ya veo que estás tomando, ¿quieres que te acompañe? —Hola amor, ven abrázame, necesito un abrazo tuyo. —¿Qué te pasa amor? ¿Te sientes mal? —Pasa que soy una estúpida señora
Último capítulo