La mirada azulada la siguió en su recorrido hasta la puerta, una vez que Barbara abandonó el departamento, presionó un par de botones desde un teclado en la pared y aseguró la puerta, apretó los puños mientras se giraba con dirección al baño.
“Jamás te enamorarías de mí … Sí, algo así dirías, Regina” pensó y la molestia se hizo mayor.
—A mi qué demonios me importa — se convenció, no le iba a dar muchas vueltas al asunto. Regina sería suya, e Giancarlo sufriría por eso.
No lo puedo creer… — mencionó casi consternada Jane al momento de cortar la llamada.
—¿Qué? – preguntó desinteresada la pelicorta que al final había decidido dormir con Jane.
—Anthony dijo que…que Regina sale con… G…Giovanni — informó y volteó a verla sin creer en sus palabras.
—¿Qué? – dijo casi sin voz la pelicorta por la sorpresa.
Jane solo asintió en silencio.
— ¿Crees que lo cayó por mi…culpa? – preguntó dudosa, después de todo, ella siempre hablaba mal de Giovanni … ¿cuándo fue que Regina se interesó en él