—Laura siempre ha sido fría y distante con todos, hoy actuó normal —dijo alguien.
—Se suponía que Laura sería promovida a jefa de grupo, y ahora viene alguien de fuera y le quita el puesto. ¡Es comprensible que esté molesta! —comentó otro.
—¿Soy la única que notó que el señor Soto miró a Laura por más de un minuto? ¿Será que tiene otras intenciones con ella?
—¡Laura seguro se le adelantará y se meterá en su cama antes de que él intente algo! Al fin y al cabo, ¡en estos cuatro años ha tenido bastante experiencia metiéndose en camas ajenas!
Laura sonrió con frialdad y habló pausadamente:
—Pensé que la lección de ayer a Bianca bastaría para callarlos. No imaginé que mi vida privada les seguiría interesando tanto. ¿Por qué no van a comprar algo para picar y seguimos chismoseando?
Si una mujer era hermosa, la veían como un adorno inútil.
Si era hermosa y capaz, la acusaban de ser manipuladora, de usar artimañas y acostarse con hombres para ascender.
Desde que llegó a Vértice hace cuatro año