—Ojalá me divorcie pronto de Miguel.
—Ojalá mi bebé llegue sano a este mundo para conocerme.
Después de pedir sus deseos, sopló las velas de un soplido.
Patricia quitó las velas y las tiró a la basura, dándole una cuchara:—Ya es muy tarde, solo pude conseguir este cupcake, espero que sirva.
Laura tomó la cuchara y ofreció el primer bocado a Patricia:—El primero es para ti.
Patricia quiso negarse, pero al ver su mirada esperanzada no pudo rechazarlo y aceptó el bocado de pastel.
—¡El agua está hirviendo! Voy a prepararte pasta carbonara, ¡termina el pastel y estará lista!
Patricia se dio vuelta rápidamente y se fue.
Laura volvió su mirada al cupcake, con los ojos llenos de lágrimas.
En este mundo, aparte de su abuela, solo Patricia era sincera con ella.
Patricia terminó de cocinar y llevó los platos al comedor, llamando a Laura.
Laura se comió el último bocado de pastel y se dirigió al comedor.
En la mesa había dos platos de pasta carbonara.
Cubierta con huevo dorado y tomates rojos, el