Capítulo 99.4-Ery Avery en Escena Parte 21 (3/3)

~Acto IV-Las palabras que no puede decir (El Aullido parte 2)~ 

Sus ojos son ámbar, intensos, más mortíferos que la plata. Una gran gota de agua cae sobre la punta de mi nariz, no es hasta que esta gota se convierte en un gran torrente que descubro, está lloviendo a cántaros.

Hubiera preferido que me golpeara.

‘Felicidades, Ery. Lograste lo que querías, ya no te llamará su amigo’

Preferiría mil veces más que me llame su amigo.

‘Nuevamente has dejado que los celos y tu desconfianza le hagan daño a mi madre’

—Cuántas veces debo decirte que no es tu… Olvídalo.

Frente a mí está la lápida de mi madre, ni siquiera me fijé en que acabo de discutir y hacer llorar a mi pareja justo enfrente de ella. No sé si es por la lluvia o el peso de mis propias palabras, pero creo verla ahí sentada, la mujer que parece sonreir en la única imagen que le he visto me niega con la cabeza como si fuera un regaño.

Limpio mi labio, la sangre ya se ha secado, seguramente la herida también ya se ha cerrado. Aún así siento como si me desangrara y me siento débil por primera vez.

‘Eso se llama culpa’

Ella me golpeó primero.

‘Si así puedes cubrir el cómo devolviste la única estocada abriendo todas sus viejas heridas con esas "hermosas" palabras tuyas, entonces dormirás tranquilamente esta noche. Ni siquiera te llamaré m#m0n porque la palabra te queda corta’

De verdad que mi lobo es un fastidioso. 

¿Por qué me diste un lobo irrespetuoso y una pareja con la que peleo la mayoría del tiempo?

¿Acaso, Diosa Luna, también eres un Schadenfraude?

***

Después de esconder el diario de mi abuelo en el estudio subí a buscar a Cady en nuestra habitación. No ha regresado.

'Seguramente ni quiere verte'

—Bien, si quiero hablar con ella lo mejor es que lo haga sin las manos vacías.

Necesito una ofrenda de paz o algo así.

Veamos si tengo algo que pueda usar... Ya que no hay nadie en la habitación puedo abrir el sistema Schadenfraude y buscar alguno de los objetos inútiles que me ha dado por las misiones. Debe haber algo útil como esa cerveza, pero menos problemático, tampoco quiero que se olvide de lo que hablamos por estar borracha.

<<SELECCIONE UN ARTICULO>>

Le prepararé té de camelias y miel, tengo en el inventario unas flores que me entregó entre las recompensas. Eran unas flores secas así que no les encontré la utilidad. En mi sueño Eardwulf una vez buscaba flores frescas, quería darle un puñado a Cady pero nunca lo hizo.

Me habrían servido unas flores frescas como los girasoles o las margaritas, pero no es temporada. Aunque probablemente fuera por ser barato, ella disfrutaba mucho del té de camelias. Además es el nombre de su abuela...  No mintió cuando dijo que nunca había derramado una sola lágrima hasta que alguien tan importante para ella falleció. 

No importaba cuanto sintiera soledad y dolor... Ni siquiera frente a ese Eardwulf mostró ese lado vulnerable. 

Ha llorado de felicidad e incluso como reflejo, nunca porque la han ofendido. 

“Eres tan cobarde como para hablar conmigo cuando algo te molesta” Su voz resuena en mi cabeza, aún puedo ver sus lágrimas.

“Te quejas de tu rival cuando has seguido sus mismos pasos” Fue lo que dijo Milo.

De acuerdo, quizá me he pasado un poco con todo lo que dije. Incluso si tengo la razón en que haya estado con mi hermanastro, no debí decirle algo como eso. Respiro hondo y me dirijo a la cocina, no sé mucho de preparar té, tal vez puedo obligar a mi Beta que me enseñe a preparar uno. Va a rengar y hará pucheros por tocar la cocina y dejarla hecha un desastre con mis intentos fallidos. Quiero hacerlo por ella.

En cuanto llego a la puerta escucho voces, la primera es de mi Beta y la segunda es de Cady.

—Luna por favor considere un poco, es cierto que el Alfa tiene una naturaleza un poco conflictiva--

—¡¿Un poco?! ¡Si no lo ha notado, Beta Milo, peleamos todo el maldito tiempo!

—Si, también terminan hablando y con eso descubren que solo fue un problema de intereses. No es tan serio como para permanecer---

— ¡Todas esas veces quien se ha disculpado y quién se molesta en dialogar dando el primer paso soy yo! ¡No más!

—Alfa Ery está arrepentido, se lo puedo asegurar, mi Luna.

—No me importa. Si está arrepentido o si le da igual, siempre sucede lo mismo. Se contiene un poco, es amable unos días y luego vuelve a ser un cretino.

—Alfa Ery ha cambiado mucho, de verdad.

—¡No, sigue siendo el mismo pomposo que cree que por ser alfa tiene el derecho de tratar a los demás como si fueran inferiores! ¿Sabes qué? ¡Ya estoy harta! No volveré a dar el primer paso nunca más. Si tanto quiere disculparse, entonces que tenga los h*evos de hacerlo por sí mismo sin usar de emisario a Beta Milo y su deliciosa comida. Necesitará más que comida, disculpas vacías y "palabras bonitas" si quiere que lo perdone.

¿Perdonarme? ¡Ella es quien me golpeó! ¡¿Por qué debo disculparme?

¡Es ella la que me provocó y por eso dije esas palabras!

—Bien, si no necesitas de mi Beta ni su comida, prepáralo tú misma.

Shawn intenta detenerme pero es demasiado tarde. No me retracto nunca de lo que digo.

—¡Perfecto!

—Alfa, Luna, no es para tanto...

—¡Ya escuchaste Milo! ¡A partir de ahora regresarás a tus deberes!

—¡Adelante, desquita tus errores y tu mal genio contra tu Beta y toda la manada, maldito tirano! —Cady sale por el mismo umbral, le evito el paso así que me empuja con fuerza.

—¡Regresa aquí! ¡No querrás hacerme enfadar y enviar a que te envíe a las mazmorras!

Cadence detiene sus pasos y me mira de la misma forma que cuando la conocí. Fría, digna, como si tuviera de frente a un gran insecto desagradable al que quiere alejar. La misma mirada que aún me acecha como esa pesadilla en los zapatos de Eardwulf.

—Si he de recibir un castigo, primero juzgue sus propias acciones. Si lo que ha hecho el Alfa es digno de un buen regente, entonces con gusto me someteré a sus absurdas leyes.

'Mi madre tiene razón, desquitarte con la manada y tener mal genio no es algo de un líder digno'

¡Que dejes de llamarla madre, maldita sea!

—¡Te estoy hablando!

—Pues yo no quiero hablar. Vete al demonio.

Si no fuera suficiente lo parecida que es esta situación al cómo nos hablábamos hace unos meses, Cady me muestra el dedo medio justo al dar la vuelta.

¿Lo ves? ¡Ella es la que no quiere dialogar con decencia!

—Tch, esa maldita perr---

—En serio, si es tu plan que la balanza entre ese otro macho y tú sea a su favor, lo estás haciendo de maravilla. —Beta Milo se asoma detrás de mí apoyado en el umbral de la cocina, por primera vez parece juzgarme en silencio.

—Tú no sabes nada así que cállate.

—Esta vez se ha enfadado de verdad. No se trata de una diferencia de clases ni por intereses diversos. Fue el Alfa quien la ofendió primero.

—¿Y cuál fue la ofensa? ¿Llamarla crédula? ¡No es ofensa si es la verdad!

Milo se encoge de hombros y me deja con la palabra en la boca mientras sale dando su última estocada verbal.

—No soy yo quien está restando puntos ni ganando más desconfianza por actuar como un déspota porque sigue sintiendo inseguridad por su hermanastro.

¿Qué has dicho? ¡Ven y repítelo si te atreves!

— ¡Ven aquí en este instante Milo!

—Si realmente ofendí a mi Alfa me disculpo. Asumiré cualquier castigo si lo merezco por defender a mi Luna como se supone es mi deber.

¡Maldito Beta!

—¿Ahora estás de su lado? ¡Yo soy tu Alfa!

—La orden de mi Alfa fue proteger a su Luna, vi con mis propios ojos cuando entró mi mejor amigo amenazando y gritando sin razón alguna a quien supuestamente aprecia. También vi a mi Luna preocupada por el Alfa desde muy temprano en la mañana diciendo que tiene una sensación de ansiedad. —Milo habla con una compostura aterradoramente fría— Misma que siente debido al vínculo porque la ansiedad del Alfa ha crecido lo suficiente como para afectarle también a su pareja.

¿Qué quiere decir con eso? ¿Cady siente cuando tengo ansiedad? ¡Los Alfa no sentimos ansiedad ni nos tenemos que disculpar!

—No soy quien para decirle al Alfa lo que debe hacer pero, si quiere que lo perdone, ya sabe que palabras decirle. —Detiene sus pasos y me señala a la ventana—Por cierto, ya comenzó el anochecer.

Sin decir nada más, el inútil traidor que se hace llamar mi Beta, se pierde entre la oscuridad. La misión comenzó después de las explosiones mágicas de Alexia, justo en la madrugada. Me quedan pocas horas, además de que nos hemos disgustado no he encontrado un carajo las palabras que debo decir.

‘¿De que sirve preocuparse por una misión si sería mejor que se olvide de ti? En lugar de pensar en que no deseas que te olvide, usa esas energías en disculparte antes de que eso suceda’

—¡¿disculparme?! ¡¿por qué debo hacer eso?!"

Es demasiado necia ¿qué tiene de malo que la haya llamado crédula? ¡lo es! Tan solo le bastaron las palabras bonitas de Eardwulf para caer frente a él ¡si, por supuesto que lo noté!

Luego al hablar de 1283 (como se llame) su único admirador pensando que es mujer, Maldición, más crédula no pudo ser ¡Es más que obvio que era un maldito hombre! ¡Ahora dice que confía en mi hermanastro tramposo solo porque le dijo que es su admirador por las historias que hace! ¡YO se lo dije PRIMERO!

'Para empezar no sé cómo no te has mordido la lengua hablando de ser "crédulo" cuando tú hiciste dos promesas a dos personas distintas sin siquiera revisar los términos o preguntar qué querían a cambio'

Fue para salvarla y lo sabes.

El precio me daba igual, solo deseaba...

'Entonces solo porque deseabas salvarla se justifica que la acuses de lo mismo? ¿Creer en alguien es un pecado, Ery? Da gracias que sea lo suficiente confiada como para decirme la noche de bodas la verdad o por perdonarte después del muy vergonzoso comportamiento que tuviste y no fue solo por el acónito, para empezar, comenzaste a fumar por tus estúpidos celos--'

¡Eres un Alfa, Shawn! ¡Sabes que los celos son algo natural en nosotros!

'Aun así tuviste comportamientos muy reprobables con ella y toda la manda ¡Casi besas a Freya! ¡incluso pensaste en acostarte con ella!'

¡Eso fue por culpa del veneno!

'¡Si! ¡un veneno que llegó a ti por celos, por dudar de ella, por no tener los huevos de preguntarle antes de actuar como un desquiciado!'

Sabes que Etzel no es alguien en quien confiar.

'Tú no confías en nadie, Ery. Ni siquiera en ella, quien confió en ti a pesar de todo lo malo que le ha pasado en su vida.'

Claro que confío en Cady. Incluso si me dijera que el cielo es verde y los lobos vuelan le creería.

'No es lo que parece con tus dudas y celos infundados únicamente en tus inseguridades. Ella ni siquiera sabe por qué te afecta tanto que Etzel esté cerca de ella, incluso si escribió la historia, el Dios Schadenfraude le quitó sus recuerdos'

Maldito Shawn, tiene toda la razón.

‘Si esta fuera la última noche, si mi madre te va a olvidar ¿quieres que esos últimos momentos sean odiándote?’

No, no quiero que me olvide. Lo que menos deseo es que “muera” pensando en las palabras crueles que le dije.

‘¿Si olvidar para ella es morir, entonces cuales palabras quisieras decirle estas últimas horas que le quedan de vida?’

***

La distancia de la cocina hasta las escaleras, incluso el pasillo para llegar, me parecen inmensamente largos. Podría llegar más rápido si me convierto en lobo pero lo que quiero decirle no es algo que deba decirle desnudo.

La puerta no tiene seguro, aunque es muy fácil abrirla mis dedos tiemblan. En esta situación que parece repetirse, vienen a mí los recuerdos de una noche en especial.

“Pegas fuerte, me gusta”

Recuerdo que cuando salí lo hice con la frente en alto, con la gran dignidad de un alfa… hasta que escuché la puerta cerrarse y todo ese valor se desplomó en el suelo al instante.

‘Después te dije que era sospechosa’

Si, luego nos dio un jodido susto cuando se convirtió en lobo y comenzó a quemar todo alrededor.

‘No sabíamos nada entonces, solo pudimos perseguirla evitando que causara los menores destrozos posibles’

Luego vi sus ojos.

Respiro hondo, en ese tiempo yo era un Ery muy diferente, Cadence acababa de perderlo todo y se encontraba asustada en un mundo donde fue forzada a entrar cuando murió en su mundo. Me despreciaba y mi orgullo estaba roto.

Incluso si ella me olvida me aseguraré de que vuelva a confiar en mí. Si yo conservo mis recuerdos no importa si los pierde, volveré a crearlos. Por eso ya no me importa si dije unas estúpidas palabras o no. Solo hay algo que quiero decirle en este momento. Algo de lo que no quiero arrepentirme después porque no tuve el valor de hacerlo.

Lo primero que encuentro al abrir la puerta es a esa mujer llamada Cadence Beckham escribiendo y haciendo gestos. Incluso si está en otro cuerpo puedo ver el gran parecido con la mujer en las memorias de Eardwulf. Incluso si muriera un millón de veces estoy seguro de que sigue siendo la Cadence que me cautivó desde el inicio.

Sin importar las veces que ha olvidado y “muerto” su corazón es el mismo.

Envuelvo su cuerpo por la espalda y digo algo que jamás diría el Ery del pasado. Algo que surge de mi de manera natural sin forzarlo.

"Lo siento"

— ¿Qué has dicho?

—Dije que lo siento, esposa.

En realidad, que creas en mi es hermoso, me gusta tu inocencia a pesar de que a veces eres una fiera y me insultas como quieres... Es tu encanto, no quiero que alguien más se aproveche de este y te haga pasar un mal momento. Es algo que jamás cambiará porque es tu naturaleza. Incluso si crees perder la esperanza, continúas siempre con fuerza luchando contra la adversidad.

Y en cada renacer vuelves a creer.

—Ery, no soy tonta. Puedo sentir cuando alguien es peligroso. Al menos hoy puedo asegurar que tu hermano no tenía malas intenciones. 

Claro que las tiene, supo que eres asombrosa y también te quiere para él.

—Ery, esa conversación era importante para mí.

—¿Por qué? Es porque dijo que es tu admirador ahora ¿cierto?

Pero yo lo dije primero, incluso si lo olvidaste yo lo recuerdo perfectamente. Dije que soy tu primer admirador aquí. También que si viviera en tu mundo y pudiera conocerte ahí seria tu admirador, el primero y más leal."

—¿Cuándo dijiste eso? — Dice tocando mi mano arriba de su hombro.

La noche en que por la misión debías embriagarte.  También dijiste que eres mayor que yo y tu edad exacta asegurando que si yo viviera en el mismo mundo que tú sería tu colágeno.

—Oh por dios... ¿dije cosas así de vergonzosas?

Recuerdo cada palabra tuya, absolutamente todo. Y me gustaste mucho más, me encantas, eres fascinante y divertida. Pero tú no pasaste un buen momento allá, tu corazón aún no acaba de sanar, agradezco que no lo recuerdes porque de solo saber lo mucho que has sufrido deseo destruirlos a todos ellos y abrazarte con fuerza.

—Ya basta... aunque me digas todo eso yo todavía---

La suavidad de su piel entre mis dedos es tan real como ella, incluso si es un cuerpo prestado, ella no está a medias. Es ella sin importar el cuerpo en que esté ni si muere un millón de veces.

Nuestros ojos se encuentran y puedo verlo, esos orbes verdes tienen el destello dorado que tanto me fascina. Nos hemos quedado en silencio, su cuello colgando hacia atrás la cabeza mientras recarga su espalda en mi torso.

—Cady, tus historias que no son apreciadas allá, yo haré que las conozcan todas. Aquí será apreciado todo lo que hagas. No dejaré que vuelvas a llorar, quédate conmigo para siempre.

Esta vez lo digo completamente en serio, nunca más dejaré que llore como hace un momento. Nunca volveré a llamarla crédula ni le recordaré a ese pasado doloroso.

—Ery... yo, no puedo.

Fueron las mismas palabras que me dijo aun con toda esa cerveza impidiéndole pensar con claridad.

—No regreses a ese lugar, aquí tienes todo lo que necesitas. Y lo que no, lo conseguiré para ti. Escribe, la manada escuchará tus historias y nuestros cachorros también.

Los ojos de mi esposa se abren como grandes pétalos, el destello en ellos es precioso.

—Cadence... yo te...

Entonces ella rápidamente se aparta, voltea y me empuja, ese movimiento brusco no hace más que alentarme más a decirlo.

—Cady te---

— ¡De acuerdo, te perdono! No es necesario decir tantas cosas vergonzosas. Tienes razón tendré más cuidado...

—Cady, no he acabado de--

—Hershey me dice por enlace mental que necesita ayuda con algo, hablaremos en otra ocasión ¡adiós!

Mentirosa, Hershey está con Jerome, incluso tuve que pagar ese viaje. No regresarán hasta mañana. Me está evadiendo.

—Dile que no irás.

La he tomado de la muñeca y ella salta hacia atrás. Es muy mala para aparentar, ni siquiera sabe disimular que está intentando evitar lo que voy a decirle.

‘No es el momento todavía al parecer’

—¿Podemos dormir juntos? —Digo más como una súplica mientras cubro lo que realmente quisiera liberar.

Ella asiente en silencio, lleva su mano al pecho soltando una gran bocanada de aire. Siento un gran alivio porque ha bajado un poco la guardia, entrelazo mis dedos a los suyos y beso el dorso de su mano. Ni siquiera recuerdo cuando comencé a hacer esto, estar con ella es tan natural como respirar.

—Te extrañé 

Vuelvo a besar su mano y ella se ríe.

—Solo fueron unas cuantas horas, Alfa---

Nuevamente la he mirado a los ojos, ella ha dejado de reír.

—Es Ery, llámame Terrence, Gian o como desees,  no es necesario que me llames Alfa todo el tiempo---

Ella se acerca a mí, toma mis mejillas y cierro los ojos pensando que va a besarme, en su lugar choca su frente contra la mía.

—¿Qué haces?

—Estoy revisando si te has golpeado la cabeza o algo. Tal vez si te pegué demasiado fuerte…

¿Cree que estoy loco?

— ¿Un Alfa pidiendo que no lo llame Alfa? Algo debe estar mal, incluso me dijo que le llame por su nombre más odiado... Hmm...Tampoco tienes fiebre…

La naturaleza de un Alfa me impedirá ser más sincero contigo y solo es una barrera para delimitar mi rango y poder contigo. Sé que eso no te gusta. No quiero que me veas como un alfa, quiero que me veas por quien soy, algo mucho más grande.

—Cady, quiero ser mucho más cercano a ti.  Llámame por mi nombre... cuando estemos a solas, solo Ery, también puedes llamarme esposo, cariño, mi cielo o también mi a...

Me quedo callado.

Estuve a punto de arruinarlo.

— ¿Mi cielo? —Ella suelta una risita y mi corazón late como loco— ¿No es demasiado cursi?

—No me importaría que me llames por nombres cursis, yo también quiero llamarte de muchas formas.

— ¿Ah sí, como cuál?

—Mi Shätzchen.

En el silencio de la habitación solo quedamos los dos mirándonos sin decir nada más.  Luego, como si una fuerza de atracción como un imán nos llamara, juntamos nuestros labios, sin palabras, sin pedir permiso siquiera.

 "Te amo" mi corazón vibra por decir esas palabras. Incluso si no puedo decirlo en voz alta mi cuerpo y cada descarga eléctrica emana mi deseo.

Lo digo con el choque de mis labios, y vuelve a repetir las mismas palabras todo mi interior cuando siento su piel cerca de mí. No es su verdadero cuerpo, su rostro aunque es similar no es el mismo, su cabello pelirrojo desearía que fuera como las castañas.

Sus ojos amarillos son hermosos, adoro ver como sus ojos cambian de color cuando es honesta o cuando me desea con ardor, pasión y lujuria.

"Shätzchen" así es como él la llamó en la pesadilla, también la llamó así en los sueños en que me invadió hasta volverme loco al verla sin vida en un féretro.

Yo también, mi rival, la amo más que nadie en el mundo.

Mi amada, Cadence... No regreses con él,  no te vayas lejos.

Apenas separo mis labios el hilo de nuestras bocas cae por mi barbilla, junto mi frente a la suya y acaricio debajo de su labio abriendo de nuevo este para introducirme en ella. La respiración de los dos es agitada y solo puedo pensar en una cosa.

—Quédate conmigo.

—Ery...

—¿Si...? —respondo besándola de nuevo, luego dirijo mis besos a su cuello y clavícula.

—Cuando reúna todos los preceptos voy a regresar.

Me separo de ella y miro a sus ojos buscando ver un color verde, debe estar mintiendo... ¿cierto? En realidad, ella también desea quedarse, aunque sea una pequeña parte de ella está...

Su mirada es ámbar. 

—Voy a regresar, Ery.

–Lo sé...

Evado su mirada y beso su cuello, si pudiera la marcaría ya mismo. Pero es el cuerpo lo que sería atado a mí, no ella. Además, debido a los actos de mi abuelo y que este hizo que hechizaran las leyes de la manada, si lo hago ella podría sentir un dolor agonizante que debilite a su lobo. Solo puedo marcarla si ella lo pide.

—Tengo que regresar. 

Por "Él" siempre es por ese Eardwulf.  Siento celos pero no pienso en desgarrarle y romper sus huesos, es más como si me hubiera resignado al lugar que tengo a su lado.

—Lo sé.

—No puedo ser tu Shätzchen.

Es doloroso. Acabo de aceptar algo terrible, que no soy correspondido.

—Mientras estés aquí conmigo eres mía. Incluso si es una hora, un día o un año.

Quisiera decirle esto que quema en mi interior, pero solo hará que todo sea demasiado incómodo entre los dos y no quiero que me evada más por ello.

—Me gustas demasiado, Cady. Déjame estar contigo hasta que todo esto termine...

Al menos tengo el consuelo de decirle aquello que apenas se acerca al sentimiento genuino. Ella me acepta cuando le digo que me gusta.

Desato el listón en su pecho y descubro su cuerpo. Hasta que llegue el final, cada noche me encargaré de dejarle marcas mías en su piel. Lamo sus pechos, muerdo sus pezones y acaricio su intimidad.

—Esta ropa es demasiado fácil de quitar... No te resistas, sé que quieres que te lo haga.

—Ery...

Si, llámame por mi nombre, gime tanto que no puedas olvidarme jamás. 

Introduzco mi dedo y siento la humedad, el calor, nuestras almas que vibran en resonancia infinita.

Todo en mi cuerpo exclama las palabras que no puedo decirle y ahogo ese deseo liberando todo en mi cuerpo, quien silenciosamente graba esas palabras en cada toque.

Ahora pude deslizar un segundo dedo, entra y sale cada vez que esa palabra quiere salir, una y otra vez.

Ella jadea debajo de mí. 

Incluso si solo soy su amigo con derechos para esto, cuando todo termine y regrese a un lugar donde nunca podré alcanzarla, hasta entonces estoy dispuesto a ser usado por ella.

Porque soy un Alfa, no cualquier humano... Un Alfa que ama a su pareja para siempre. En momentos como estos desearía ser humano, así el vínculo no me haría agonizar de esta forma al amar y...

¡Plop!

Una gota de agua cae en su pecho.

En la comisura de mi ojo hay algo húmedo.

Maldición...

Detengo el movimiento de mi mano y sin dejar que vea lo que está sucediendo en mi rostro, me separo de ella rápidamente y tapo mis ojos cubriéndolos con mi brazo.

—¿Ery?

—Es un enlace mental. Beta Milo necesita hablar de algo urgente.

Nuevamente dije una mentira.

Sin pensar en vestirme, me apresuro y abro la ventana del balcón. 

Salto rápidamente y tomo el poder de Shawn en el aire.

—¡¿Ery?!

Mi nombre se siente lejano saliendo de ella. En cuanto aterrizo corro hacia el bosque alejándome cuanto puedo de la casa de la manada. Todo parece andar lentamente, jamás me había fijado tanto en el paisaje ni en el olor de la tierra mojada después de la lluvia. Mi respiración es agitada, mi corazón es uno con los pasos y de mi hocico emana un halo caliente. 

En cuanto llego al lago Silivia, el reflejo de la luna me invade mientras me siento lentamente con respiraciónes pausadas justo en la orilla sin dejar de ser un lobo. Mi interior brama en un gran lamento que me pesa en el pecho.

¿Algo que es evidente y que soy demasiado ciego para ver? Finalmente me obligaron a abrir los ojos.

—Me enamoré de Cadence Beckham.

Cada palabra sale como fuego por mi boca en la voz de un lobo, en cuanto lo he dicho siento menos pesado mi cuerpo.

<< ¡DING, DING, DING!>>

<<Misión cumplida, has ganado una extensión de tiempo en tus misiones. Los artículos de recompensa ya se encuentran en tu inventario>>

¡Me vale un carajo tus recompensas inútiles!

¡¿Por qué lo hiciste?!

¡Acabas de obligar a alguien a supuestamente ver algo que habría sido mejor que jamás saliera a la luz!

'—Hubiera preferido jamás saberlo, porque ahora que sé la maldita respuesta... ¡Duele demasiado!'

A veces la ignorancia es una bendición. Mi maldición comenzó el momento en que finalmente acepté lo que nunca hubiera deseado aceptar. Porque no importa cuánto abrace esto, ella no es mía ni puede corresponderme.

Me creí poderoso, invencible, intocable y desalmado.

En realidad, soy tan vulnerable como cualquier mortal. Igual que mi abuelo, igual que mi padre, mi maldita debilidad tiene nombre. 

El de Ella.

Me da fuerzas, me hace sonreír y a la vez me vuelve débil, indefenso, quisiera llorar.

Pero un Alfa no puede llorar, aún conservo mi orgullo como lobo.

No puedo llorar, no debo hacerlo...

Shawn y yo como uno solo nos unimos bajo la luna. Él me comprende y me anima a hacerlo, necesito liberarlo antes de que la agonía termine conmigo.

Me pierdo ante la luna llena y perfectamente redonda que parece brillar como el oro, como el color de sus hermosos ojos. Sin dejar de mirar libero un gran y poderoso "te amo" incluso si me escucha no sabrá lo que digo porque ella es humana y no es de este mundo.

Por más que deseo tenerla nunca será mía. 

Libero mi aullido nuevamente y continúo haciéndolo sin detenerlo.

"¡Te amo!"

Aulló una y otra vez ante la luna y la diosa.

"Te amo" sale ese último como un gran lamento, luego llamo su nombre, el nombre de mi amor no correspondido hasta que se queda como una marca permanente en mi pecho. Emito un pequeño lamento y acomodo mis patas delanteras, hundo mi barbilla entre el pelaje de ellas sin dejar de ver mi reflejo. Uno de mis ojos es rojo como los de Shawn y el otro, el más humano, es de un azul como la noche perdiéndose por la oscuridad.

En cuanto veo el alba, siento una gran paz en mi interior. Aún me cala en los huesos, el frío es incontrolable Pero ahora sé lo que significa esa ansiedad, este sentimiento que no tenía nombre hasta ahora.

Me enamoré, aunque no puede corresponderme. Es una bendición y maldición al mismo tiempo. Saberlo me libera y a la vez me sofoca.

Me hace sentir que estoy vivo y a la vez muero con este sentimiento a medias porque no soy correspondido.

Aunque es insoportable, este dolor me recuerda que esa mujer es mi tesoro. Mi Shätzchen, incluso si no me acepta, estoy seguro de que ella es mi destino.

***

Decidí regresar una vez más, menos mal que lo hice pues ahí está esa mujer sentada en el piso, durmiendo recargada contra la pared del balcón. Probablemente me esperó ahí o quizá escuchó mi aullido. Por la tranquilidad que parece tener, creo que ni siquiera sabe lo que hice.

—Mujer inconsciente, no solo has dormido donde no debes, te has colado donde no estaba permitido. Me llamas como está prohibido, eres problemática y no has hecho más que voltear mi vida de cabeza.

Ella suspira en sueños, está enconchada entre mis brazos y sin abrir los ojos se acurruca en mi pecho, su mano se aferra a mi camisa mientras la cargo con cuidado hasta nuestra cama.

—Te amo, Cadence Beckham.

Pensé que al decirlo toda la noche sería suficiente, no podré detenerme hasta que se lo diga. Lo haré algún día, cuando sea el momento correcto.

—Señor Eardwulf…

Después de la calma llega de nuevo mi gran tormenta, ella sonríe tiernamente generando una guerra contradictoria en mi interior.

Alfa Remery Avery, "Remy", tenías la gran boca llena de razón. La caída es demasiado fuerte, tanto que no estoy seguro si el día de mañana me podré levantar y ver a los ojos a esta mujer sin sentir que se lleva mi alma del pecho mientras la hace trizas y la reconstruye convirtiendome en un simple hombre.

Maika Maese

¡Finalmente aceptó que es amor! Por amor se cometen locuras y por amor se puede cambiar para bien, el joven Alfa finalmente abraza esos sentimientos tan hermosos que a la vez le hieren como espinas. Al final la dualidad de los sentimientos solo se determina por las decisiones de uno mismo ¿Qué decisión tomará el joven Alfa?

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