XENIA
Al día siguiente, cuando llegué al edificio del Carrisden Group of Companies, fui directo al estacionamiento y enseguida revisé mi coche. Me sorprendió ver que la llanta ya no estaba ponchada. Supuse que tal vez Shade la había arreglado, ya que se había quedado atrás para recuperar mi bolso.
Me asomé dentro y noté de inmediato mi bolso. Pensé que Shade no había logrado recuperarlo, ¿entonces por qué estaba ahí?
Abrí el coche rápidamente y tomé la bolsa. Revisé el contenido uno por uno, pero no faltaba nada. Bueno, aunque alguien lo hubiera tomado, no habría encontrado nada de valor, solo mis identificaciones y mi billetera.
Todavía era temprano, y estábamos ocupados en la oficina. No nos dimos cuenta de cómo pasó el tiempo hasta que Joyce habló. Salimos a comer otra vez, justo frente a la empresa, para no andar a las prisas al regresar.
Mientras terminábamos de comer y conversábamos, alguien se acercó, y los cuatro nos quedamos en silencio. Casi me atraganté al darme cuenta de q