James observó a un macho grande, con ropas desgastadas sosteniendo un hacha amenazadoramente.
Tenía los ojos rojos y toda su cara, y el pelo despeinado, y cuando hablaba escupía al otro macho.
- Ella nunca se quedaría con alguien como tú! ella sólo se interesaría por un lobo decente, y ni siquiera eso eres tú!
El otro macho estaba parcialmente escondido en la oscuridad, y cuando se levantó James lo reconoció inmediatamente.
Llevaba un abrigo azul oscuro y pantalones negros con botas desgastadas.
El hombre miró al otro macho y con voz que parecía aburrido, respondió:
- Tu hermana quiso. No la obligué, Len.
El otro al oír aquello, enloqueció blandiendo su hacha agresivamente contra el otro, que esquivó los golpes.
James se levantó, y corrió hasta el foco de la pelea consiguiendo tirar del hacha de las manos del macho, que quedó furioso.
- Devuélveme mi hacha, voy a matar a ese infeliz que desfloró a mi hermana! voy a matarlo! - gritaba el macho.
James lo sostuvo intentando ale