63. No confiar en nadie
EZRA
Miro desde la distancia a la hermosa mujer que ha sido capaz de adueñarse de mis pensamientos y de mi vida. Presta total atención a las instrucciones de Morfeo, tomándose muy en serio lo que hace.
Eso es algo que he podido admirar muy bien de ella; ahora entiendo las palabras de Enodia aquel día: "así como ama, también odia", y eso no solo se aplica a esas simples palabras.
Crystal es una mujer fuerte con una determinación única. Me pregunto si yo soy dueño de su corazón, así como ella lo es del mío.
La amo, a mi manera retorcida y obsesiva, pero lo hago. Dudo que esas palabras alguna vez salgan de mi boca, pero espero que el vínculo sea suficiente para que ella lo sepa.
Desvío la mirada de ella hacia el cielo; las nubes se mueven suavemente, haciéndose espesas. El frío invernal llega hasta aquí, moviendo suavemente la copa de los árboles.
Cualquiera que estuviera en mi lugar diría que todo está bien, que quisiera mirar siempre esta imagen que no es más que una ilusión a pu