Capítulo 3.3: Es bueno volver.
Aturdido por las palabras del demonio, Alastor se giró hacia Dante, lo que sólo le permitió ver reflejada su propia sorpresa y confusión en el rostro del joven.
Sí. Habían comenzado a dar por hecho que Arioch estaba siendo manipulado por el hechicero, pero sin duda, ninguno esperaba que el propio lobo estuviese involucrado en su comportamiento.
― ¿Cómo puede ser Chaos el responsable? ―preguntó Alastor
―Por supuesto no es su culpa, al menos, no enteramente ―respondió Paimon ―Chaos es un cachorro que fue forzado a nacer, por ende, la criatura llegó a este mundo sin un propósito, se podría decir, que sólo era y es un cachorro perdido que encontró refugio en un hombre que lo ha estado engañando todo este tiempo, además, que el pobre cargue con una maldición de ira incontrolable no ayuda a su situación en absoluto ―explicó antes de dirigir su mirada hacia la entrada del palacio, justo por donde comenzaban a escucharse algunas voces
―Esa maldición sólo nos afecta a los licántropos ―dijo Ala