Al verse atrapado, Aníketos evitó la mirada de Selene y la clavó en Arioch.
― Él nos dijo que había estado buscando a Amara para que ocupara mi lugar, al no encontrarla, fue cuando decidió que Zeth sería perfecto para ser el nuevo rey ―gruñó Maoz
― ¿Era verdad? ―le preguntó Aníketos al lobo junto a Selene
― “Era verdad, yo no tenía idea de que Samael había continuado con la búsqueda” ―gruñó Chaos dirigiendo su mirada hacia Selene, quien asintió ― “Pese a eso, admito que mi comportamiento fue errático, pues, cada vez que alguien tenía el atrevimiento de mentirme yo perdía el control demasiado fácil” ―gruñó agachando la orejas
― ¿Por qué continuaron atacando mi territorio? ―preguntó Aníketos
― “Queríamos mantenerte controlado, la verdad era que no nos interesaba lo que hicieras siempre y cuando estuvieras lejos de Arcadia…” ―
Ante su respuesta, Aníketos gruñó, sin embargo, debía admitir que los ataques habían sido menos violentos tras la supuesta desaparición de Anna. Estos solo empeora