Capítulo 14.3: Cuando él perdió.
Ante la intervención de Dasha, Atenea arqueó las cejas con sorpresa, mientras que Lancelot centró su atención en la mujer, la cual, al darse cuenta de lo que había hecho, se revolvió incómoda en su asiento.
― ¿A qué te refieres con esa declaración, querida? ―le preguntó Claire con calma
―Bueno… Es que Arioch, él… ―
Sintiéndose insegura, Dasha clavó su mirada en su compañero, quien, pese a que se mostraba confundido, sujetó su mano para brindarle confianza,
―Verán, sus excelencias, para entrar en contexto, mi compañero jamás tuvo una buena armonía con su lobo y a menudo perdía el control sobre él ―comenzó a relatar Dasha ―El problema, era que no lo hacía como Máximus ―dijo negando con la cabeza ―El lobo no se volvía violento, si no que tomaba el control completo sobre Arioch suprimiéndolo por varias horas ―
― ¿El lobo quería ser la parte dominante? ―le preguntó Philip
―Eso creo… ―respondió Dasha agachando la mirada
― ¿Qué pasó con él, querida? ―
―Al principio Arioch resistió lo más que